Proyecto "Iluminemos Tonga"

El pasado 10 de octubre de 2021, el hospital de Tonga consiguió al fin el tan esperado generador eléctrico. Gracias a ello, es posible hacer frente a múltiples problemas a los que se enfrentaba el hospital hasta entonces.

¿Y ahora qué?

Muchas otras necesidades continúan existiendo en el hospital de Tonga. Por eso el proyecto Iluminemos Tonga sigue teniendo mucho sentido. Iluminar no en el sentido estricto de la palabra, sino iluminar arrojando esperanza sobre todo el hospital, el personal, los pacientes y la población de Tonga en general, mediante la mejora de las infraestructuras y espacios.  

El quirófano con el que cuenta el hospital en la actualidad se encuentra en condiciones muy deficientes. A la falta de aislamiento (paredes con huecos por los que se cuelan insectos), hay que sumar la falta de una mesa de operaciones (en la actualidad se utiliza una camilla de partos como mesa) y de todo tipo de material y equipo necesario y básico.

Aunque las operaciones realizadas en Tonga son sencillas –y aquellas urgencias en las  que una derivación al hospital más cercano (situado a 60 km) no llega a tiempo– se necesita un espacio con garantías de limpieza, esterilidad y seguridad, que permita realizar este tipo de intervenciones de urgencia (cesáreas, apendicitis, etc…).

Por estas razones, Farmacéuticos por Tonga pone el foco en esta problemática con el objetivo de poder habilitar el quirófano ya existente, o bien de construir un nuevo módulo quirúrgico, que suponga un mejor pronóstico para todas las urgencias del hospital.

Existen cuatro habitaciones en el centro de salud de Tonga: una de niños, otra de hombres, otra de mujeres y otra situada en el módulo de maternidad.

Todas ellas cuentan con camas y mosquiteras sobre las mismas. Sin embargo, el estado de los colchones deja mucho que desear. Además, los propios pacientes deben aportar sus propias sábanas y mantas de sus casas, ya que el hospital no cuenta con ellas ni con un sistema de lavandería.

Más allá de la falta de confort que esto pueda suponer, existe un mayor riesgo de infecciones, ya que muchas veces las mantas y sábanas que los pacientes traen se encuentran sucias y en mal estado.

Farmacéuticos por Tonga pretende comprar colchones, sábanas y mantas, así como ayudar a establecer una lavandería que permita que los pacientes tengan una estancia más segura y cómoda.

Los aseos se encuentran en otro módulo diferente al de las habitaciones. Más allá de la distancia que los pacientes deben recorrer obligatoriamente para alcanzar el baño, el problema reside en el propio camino. No es un camino asfaltado sino pedregoso, convertido en barro durante toda la época de lluvias, que, sumado a la falta de luz por las noches, complica mucho su tránsito

Es necesario, asfaltar y techar este camino, incluso establecer una barandilla que permita a los pacientes más débiles acercarse al aseo con facilidad y sin que suponga una complicación añadida a su estado.

Aunque durante nuestra estancia en Tonga, pudimos limpiar, pintar y ordenar el almacén de la farmacia, así como mejorar ligeramente la gestión de la misma, la farmacia cuenta con un problema importante de humedad.

Poder mejorar la ventilación de la misma o establecer algún sistema desecante que haga que los medicamentos no se vean expuestos a humedades tan altas, es también para nosotros una prioridad.

Más allá de todas las necesidades a las que Farmacéuticos por Tonga quiere dar respuesta, existen otras muchas que hacen de este proyecto un camino apasionante y con un final lejano.

Una cantina para los pacientes, una mejora del mobiliario del centro, una ambulancia o medio de transporte de derivación propio, un sistema de agua potable para el hospital…